Lámina Santa Luisa de Marillac

Santa Luisa de Marillac, nacida en 1591 en Francia, fue una mujer que dedicó su vida a ayudar a los pobres y a los enfermos. Desde joven, mostró un gran interés en servir a los demás y vivir de manera sencilla.

A los 22 años, se casó con Antonio de Marillac, y juntos tuvieron un hijo. Después de la muerte de su esposo, Luisa decidió dedicarse completamente a ayudar a los más necesitados. En 1633, se unió a San Vicente de Paúl, quien la inspiró a fundar la Congregación de las Hijas de la Caridad. Esta organización se dedicó a la educación y el cuidado de los pobres, los enfermos y los huérfanos.

Santa Luisa era conocida por su dedicación y su habilidad para organizar el trabajo de caridad. Enseñaba a sus compañeras a servir con amor y a ofrecer ayuda a quienes más lo necesitaban.

Murió en 1660, y su vida se recuerda por su gran amor por los demás y su compromiso con la caridad. 

En el mundo de hoy, su vida nos recuerda que, a través del compromiso y la generosidad, podemos hacer una gran diferencia en la vida de las personas necesitadas. Su ejemplo muestra que, incluso en nuestras rutinas diarias, podemos encontrar maneras de ayudar y apoyar a quienes están en situaciones difíciles. Su legado nos anima a actuar con amor y responsabilidad, utilizando nuestras habilidades y recursos para contribuir al bienestar de la comunidad.

Su celebración es el 9 de mayo.