Lámina Santa Josefina Bakhita
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Santa Josefina Bakhita fue una mujer valiente cuya vida está marcada por una profunda historia de sufrimiento y superación. Nació en 1869 en Sudán, en una familia de origen nubio. Cuando era muy joven, fue secuestrada por traficantes de esclavos y vendida en varias ocasiones, sufriendo un trato muy duro y cruel.
A lo largo de estos años, Josefina vivió en condiciones extremadamente difíciles, pero nunca perdió la esperanza. Finalmente, fue comprada por una familia italiana que la llevó a Italia. Allí, en lugar de ser tratada como esclava, Josefina encontró un nuevo camino. Fue en Italia donde conoció a las hermanas de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Estas hermanas le mostraron el amor y la bondad de Dios, y Josefina decidió convertirse al cristianismo.
Después de su conversión, Josefina se unió a la Congregación y se convirtió en monja. Su vida en el convento estuvo marcada por su amabilidad, su alegría y su dedicación a ayudar a los demás. Se dedicó a enseñar y a cuidar de los niños, siendo conocida por su gran capacidad para transmitir amor y compasión.
A pesar de los horrores que había vivido en su juventud, Santa Josefina Bakhita vivió con una profunda paz interior y un amor inmenso por Dios y por los demás. Su vida es un testimonio de la capacidad de encontrar esperanza y alegría incluso después de las experiencias más dolorosas.
Santa Josefina Bakhita nos enseña que, sin importar las dificultades y el sufrimiento que podamos enfrentar, siempre podemos encontrar una nueva vida y propósito a través de la fe y el amor. Su historia inspira a muchos a superar sus propios desafíos con coraje y esperanza.
Su fiesta se celebra el 8 de febrero.