Lámina Santa Elisa

Santa Elisa - aunque su verdadero nombre era Santa Isabel de Hungría - nació en 1207  y era hija de un rey, lo que la hacía parte de la realeza. A pesar de su riqueza y posición, Elisa tenía un corazón lleno de compasión por los pobres y necesitados.

Desde joven, mostró un gran amor por Dios y una profunda devoción a ayudar a los demás. A los 14 años, se casó con Luis IV, un príncipe alemán, y juntos llevaron una vida sencilla y piadosa. Elisa utilizaba sus riquezas para ayudar a los pobres, y es famosa por construir hospitales y refugios para los más necesitados.

Una de las historias más conocidas sobre ella es la del "milagro de las rosas". Se dice que un día, mientras llevaba pan escondido en su manto para dar a los pobres, fue detenida por su esposo o su cuñado, quien le preguntó qué llevaba. Cuando ella abrió su manto, en lugar de pan, aparecieron hermosas rosas, lo que fue visto como un milagro.

Después de la muerte de su esposo, Elisa se dedicó completamente a la caridad, viviendo una vida de pobreza voluntaria y servicio a los demás. Murió a los 24 años y fue canonizada solo cuatro años después, en 1235.

La vida de Santa Elisa nos enseña sobre la importancia de la generosidad, la humildad y el servicio a los demás. Aunque tenía todo el poder y la riqueza, eligió usarlo para hacer el bien, mostrándonos que el verdadero valor está en cómo ayudamos a los demás, no en lo que poseemos.

Celebración: 5 de diciembre