Lámina San Gregorio Magno
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"Dar a los necesitados lo que necesitan es devolver lo que se les debe, no es dar de lo nuestro. Es una deuda de justicia, no una obra de misericordia"
San Gregorio Magno fue un santo muy especial que vivió en Roma en el siglo VI. Nació en una familia rica y poderosa, pero, desde joven, Gregorio decidió que quería dedicar su vida a servir a Dios y los demás. Optó por ser monje, inspirado por San Benito.
Gregorio era muy sabio y todos lo respetaban por su bondad y su dedicación. Un día, el Papa de esa época murió, y todos acordaron que Gregorio era el mejor para tomar su lugar. Al principio el no quería, porque ser Papa es una gran responsabilidad, pero finalmente aceptó porque sabía que Dios lo llamaba a servir a toda la Iglesia.
Como Papa de la iglesia hizo cosas maravillosas. Ayudó a organizar la institución, escribió muchos libros y envió misioneros a diferentes países para que más personas conocieran a Jesús.
Una de sus historias más conocidas cuenta que un día mientras caminaba por el mercado vio a unos niños de piel tan clara y blanca que llamaban la atención; estaban siendo vendidos como esclavos. Eran del norte de Europa (anglosajones de Inglaterra) y su apariencia tan diferente a los de esa zona llamó la atención de Gregorio. Al preguntar de dónde venían, le dijeron que eran "anglos" (Angli en latín). Gregorio, con su ingenio y su compasión, respondió: "No Angli, sed angeli" ("No son anglos, sino ángeles"), refiriéndose a su aspecto angelical. Esta experiencia tocó tanto su corazón que decidió hacer algo al respecto.
Tiempo después, cuando se convirtió en Papa, San Gregorio envió misioneros a Inglaterra para que llevaran el cristianismo a esas tierras anglosajonas. Así fue como la fe cristiana comenzó a expandirse en esa región, en parte gracias a la compasión que San Gregorio sintió por esos jóvenes esclavos.
Esta historia muestra la gran sensibilidad y amor de San Gregorio hacia todas las personas, especialmente hacia aquellos que más sufrían. Es un ejemplo de cómo su fe lo motivaba a actuar con bondad y a llevar el mensaje de esperanza y amor a todo el mundo.
San Gregorio Magno, también conocido como Gregorio I, fue un Papa que vivió entre los años 540 y 604. Es conocido por su gran influencia en la Iglesia Católica, pero uno de sus aportes más destacados fue en el ámbito de la música sacra.
San Gregorio introdujo y promovió una reforma litúrgica que buscaba unificar y estandarizar los cantos utilizados en la misa. Aunque no compuso los cantos directamente, su influencia fue tal que se les atribuye su nombre. Los "cantos gregorianos" son un tipo de canto monódico, es decir, cantado a una sola voz, sin acompañamiento instrumental, que se caracteriza por su sencillez y su profunda espiritualidad. Este estilo de música fue adoptado en la liturgia de la Iglesia y se convirtió en el canto oficial de la Iglesia Católica durante siglos.
Este hombre es un ejemplo de cómo podemos usar nuestras habilidades para hacer el bien y acercarnos más a Dios. Por eso, la Iglesia lo recuerda con cariño y lo honra como uno de los grandes santos de la historia.
Su fiesta se celebra el 3 de septiembre.
Patrono: de músicos y cantantes 🎵