Lámina Beata Renata

Renata María Feillatreau fue una mártir de la Revolución Francesa, nació en Angers, Francia. Era una mujer piadosa y muy creyente, comprometida con su fe católica en una época difícil debido a la gran persecución religiosa.

Durante la Revolución Francesa el gobierno comenzó una feroz persecución contra la Iglesia Católica, exigiendo que sacerdotes y religiosas juraran lealtad a la nueva constitución civil (contraria a las enseñanzas de la Iglesia). Renata se negó a aceptar estas nuevas leyes que contradecían su fe.

En 1794 Renata fue arrestada junto con un grupo de católicos. Fueron acusados de traición y de conspirar contra la República. Sin embargo, su único "crimen" fue ser fiel a sus creencias.

Fue guillotinada junto con 98 otros mártires. En sus últimos momentos, Renata mostró tanta serenidad y paz que impresionó a todos. Nunca dejó de rezar y cantar salmos mientras caminaba a la guillotina. Murió como vivió: con una fe profunda y una entrega total a Dios.

En 1984, el papa Juan Pablo II los beatificó a todos, reconociendo su valentía y testimonio de fe en tiempos de gran oscuridad.

La vida de Renata es un recordatorio de la importancia de permanecer firmes en nuestras creencias, incluso cuando enfrentamos grandes desafíos.