Lámina San Adriano de Nicomedia

San Adriano de Nicomedia fue un oficial romano que se convirtió al cristianismo tras presenciar el martirio de un grupo de cristianos en la ciudad de Nicomedia, alrededor del año 303.

Adriano era el jefe de la guardia imperial, y fue asignado para supervisar la tortura de 23 cristianos detenidos por su fe. Admirado por la valentía y serenidad con la que soportaban los sufrimientos, Adriano les preguntó qué los hacía tan fuertes. Ellos respondieron que su fe en Cristo les daba la fortaleza.

Impresionado, Adriano declaró en voz alta que él también quería seguir a Cristo, lo que sorprendió a todos, incluyendo al emperador, quien lo encarceló junto con los otros cristianos.

A pesar de los intentos de su esposa, Natalia, para liberarlo, Adriano se mantuvo firme en su nueva fe.

Cuando fue sentenciado a muerte, Natalia, que también era cristiana en secreto, lo alentó a no perder la esperanza y se mantuvo a su lado hasta el final. 

Hoy este mártir es recordado como un santo por su valentía y su firmeza, incluso cuando enfrentaba gran peligro. 

En un mundo donde a veces es difícil mantenerse fiel a lo que creemos, Adriano nos muestra que debemos defender lo que es correcto, aunque sea complicado o impopular. Su ejemplo nos invita a ser fuertes, a no tener miedo de hacer lo correcto y a ser fieles a nuestras convicciones, demostrando integridad y coraje en todo momento.

Festividad: 8 de septiembre