Lámina Santa Verónica

Santa Verónica vivió en Jerusalén durante la época en que Jesús. Era una mujer conocida por su gran bondad y valentía.

Un día, cuando Jesús llevaba la cruz hacia el lugar donde iba a ser crucificado, estaba muy cansado y sufriendo mucho. La gente que estaba alrededor miraba esto pero no sabían ni tampoco se atrevían a ayudar. Pero Verónica, al ver el dolor de Jesús, decidió hacer algo valiente.

Se acercó a Él, a pesar de la multitud, y le ofreció un paño para secar su rostro. Jesús aceptó el paño, y cuando lo usó para limpiar su sudor y sangre, ocurrió un milagro: la imagen de su rostro quedó impresa en el paño.

Este paño, conocido como el "Verónica", se convirtió en un símbolo de la misericordia y la compasión de Jesús. A través de este acto valiente y lleno de amor, Verónica mostró que incluso pequeños actos de bondad pueden tener un gran significado.

La historia de Santa Verónica nos enseña a ser valientes y a ayudar a los demás con amor, especialmente cuando vemos a alguien que está sufriendo. Ella nos muestra que, con un corazón compasivo, podemos hacer una gran diferencia en la vida de las personas.

Festividad: 4 enero.