Lámina San Francisco de Asís
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San Francisco de Asís fue un santo italiano que vivió en el siglo XIII. Nació en 1181 en una familia de mucho dinero, pero decidió cambiar su vida completamente para seguir a Jesús.
Fundó la orden de los Franciscanos, buscando vivir de manera sencilla, amando a Dios y ayudando a los demás. Es famosamente conocido por su amor hacia la naturaleza. Varias historias se cuentan sobre su relación con los animales.
Un día, mientras caminaba, se encontró con un grupo de pajaritos. San Francisco se detuvo y comenzó a hablarles. Les dijo que debían rezar y cantarle a Dios. Los pájaros, en lugar de volar, se quedaron tranquilos y lo escucharon atentamente. La historia cuenta que, cuando terminó de hablar, los pájaros comenzaron a cantar de manera alegre y armoniosa, como si estuvieran agradecidos por las palabras de San Francisco. Hay muchas imágenes de esta escena, llamada el "Sermón a los Pájaros".
Otra historia cuenta que en en un pueblo había un lobo grande y feroz, que atacaba animales y personas, generando mucho miedo. Todos estaban desesperados y no sabían cómo resolver el problema. San Francisco, al enterarse de la situación, decidió actuar. Se dirigió hacia el lobo con gran valentía, a pesar de que era conocido por su ferocidad. Cuando encontró al lobo, le habló con calma y le pidió que dejara de causar daño a las personas y a los animales. El lobo, sorprendido por la actitud pacífica de San Francisco, escuchó y se comportó de manera tranquila. San Francisco le prometió que la gente del pueblo le daría comida a cambio de que él no atacara más. El lobo aceptó el trato y, desde entonces, dejó de causar problemas.
San Francisco nos enseñó principalmente sobre la humildad, el amor por la naturaleza y la simplicidad. Una de sus enseñanzas más destacadas es el valor de vivir una vida sencilla, desprendida de los bienes materiales. Su famoso lema: "Hazme un instrumento de tu paz" refleja su deseo de promover la paz y la compasión hacia todos los seres, tanto humanos como animales. Animaba a sus seguidores a vivir en armonía con la flora y fauna, respetando la vida y reconociendo la presencia de Dios en la naturaleza.
Su fiesta se celebra el 4 de octubre.