Lámina Santa Elena de Constantinopla

Es considerada la patrona de los arqueólogos debido a su búsqueda de reliquias sagradas.

Santa Elena de Constantinopla, también conocida como Elena la Grande o Helena Augusta, fue una mujer extraordinaria que vivió en el siglo III y principios del IV. Nació en una familia humilde, probablemente en la región de Bitinia, en lo que hoy es Turquía. A pesar de sus orígenes modestos, se casó con un oficial militar romano llamado Constancio Cloro, y juntos tuvieron un hijo, quien más tarde se convertiría en el emperador Constantino el Grande.

Elena es especialmente conocida por su profunda fe cristiana, la cual adoptó cuando su hijo Constantino se convirtió en el primer emperador romano en abrazar el cristianismo. A pesar de que ya era mayor cuando se convirtió, su devoción fue tan grande que dedicó el resto de su vida a promover la fe cristiana.

Una de las historias más importantes sobre Santa Elena es su viaje a Tierra Santa. Cuando ya era anciana, alrededor del año 326, decidió hacer una peregrinación a Jerusalén. Durante este viaje, Santa Elena realizó varias obras piadosas, pero su mayor logro fue la búsqueda de la Vera Cruz, la cruz en la que Jesús fue crucificado. Según la tradición, después de mucha búsqueda, Santa Elena encontró la cruz en el Gólgota, el lugar de la crucifixión.

Además de encontrar la Vera Cruz, Santa Elena también mandó construir varias iglesias en los lugares santos, como la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén y la Iglesia de la Natividad en Belén, que aún son importantes sitios de peregrinación cristiana hoy en día.

Santa Elena es recordada no solo por su piedad y devoción, sino también por su papel en la promoción y el establecimiento del cristianismo en el Imperio Romano. Gracias a sus esfuerzos y a su influencia sobre su hijo Constantino, el cristianismo se expandió rápidamente y se estableció como la religión dominante en el imperio.

Santa Elena falleció alrededor del año 330, y la Iglesia la honra como santa, celebrando su fiesta el 18 de agosto en la Iglesia Ortodoxa y en la Iglesia Católica. 

Su día: 18 de Agosto.