Lámina San Juan de Dios

San Juan de Dios fue un hombre que vivió en el siglo XVI y es conocido por su gran amor y cuidado hacia los enfermos. Nació en Portugal en 1495 y, cuando era joven, tuvo una vida llena de aventuras y cambios. Primero fue soldado y luego vivió una vida muy ajetreada, pero su vida cambió por completo cuando tuvo una experiencia muy especial.

Un día, mientras estaba en una iglesia, San Juan de Dios escuchó un llamado de Dios que le hizo entender que debía dedicarse a ayudar a los demás. Decidió entonces dedicar su vida a cuidar a los enfermos y a los necesitados. Vendió sus pertenencias para abrir un hospital en Granada, España, y empezó a trabajar allí con gran dedicación.

San Juan de Dios no solo cuidaba a los enfermos físicamente, sino que también les ofrecía compañía y apoyo emocional. Se preocupaba mucho por cada persona y trataba a todos con amor y respeto. Además, organizó su hospital de manera que se atendiera a los enfermos con el mejor cuidado posible, sin importar su condición social o económica.

Fundó una orden religiosa llamada la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, cuyos miembros se dedican a seguir su ejemplo de servicio a los enfermos y a los más necesitados. San Juan de Dios murió en 1550, pero su legado de amor y servicio continúa inspirando a muchos.

San Juan de Dios nos enseña la importancia de ayudar a los demás con amor y dedicación, especialmente a aquellos que están enfermos o necesitan ayuda. Su vida nos recuerda que podemos hacer una gran diferencia en el mundo a través de la compasión y el cuidado por los demás.

Su fiesta se celebra el 8 de marzo.