Lámina San Juan Pablo II

San Juan Pablo II, nacido como Karol Józef Wojtyła el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia, fue uno de los papas más influyentes y queridos del siglo XX. Se destacó por su papel clave en la caída del comunismo en Europa del Este, su defensa de la dignidad humana, y su acercamiento a los jóvenes.

Desde joven, Wojtyła mostró una gran pasión por el teatro y la literatura, pero debido a la ocupación nazi en Polonia, se unió al seminario clandestino y fue ordenado sacerdote en 1946. Continuó sus estudios en Roma, y en 1964 fue nombrado arzobispo de Cracovia. Tres años más tarde, se convirtió en cardenal.

El 16 de octubre de 1978, fue elegido papa, convirtiéndose en el primer papa no italiano en más de 450 años. Su pontificado, que duró 27 años (uno de los más largos de la historia), estuvo marcado por una intensa labor pastoral y viajes alrededor del mundo, visitando más de 100 países. Promovió el diálogo entre religiones, fomentó la unidad de los cristianos y defendió los derechos humanos.

Una de las anécdotas más conmovedoras de su vida fue el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, cuando un hombre llamado Mehmet Ali Ağca le disparó. A pesar de estar gravemente herido, el papa sobrevivió milagrosamente.

Lo más notable fue su reacción de perdón. Después de su recuperación, Juan Pablo II pidió visitar a su agresor. En 1983, fue a la cárcel donde estaba Mehmet Ali Ağca y tuvo un encuentro privado con él. Durante esa reunión, el papa lo perdonó. Los dos hablaron en un acto de profunda reconciliación, y Juan Pablo II más tarde comentó que había sentido que la mano de la Virgen María había intervenido en su supervivencia, ya que el atentado ocurrió el día de la fiesta de Nuestra Señora de Fátima.

Este gesto de perdón mostró el inmenso amor y compasión que caracterizaron a su pontificado, subrayando su compromiso con la paz, la reconciliación y el poder del perdón cristiano.

San Juan Pablo II jugó un papel importante en la caída del comunismo, especialmente en su Polonia natal, apoyando el movimiento Solidaridad. Fue un firme defensor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y mantuvo posturas conservadoras sobre temas de moralidad, defendiendo las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. Es por eso que muchas veces se le muestra con una gran espada en su mano, como un gran defensor espiritual. 

A pesar de sus problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson, continuó su labor hasta su muerte el 2 de abril de 2005. Fue canonizado el 27 de abril de 2014 por el papa Francisco, junto con el papa Juan XXIII.

Festividad: 22 de Octubre